Acuífero Trifinio

La realización de las actividades técnicas del presente estudio piloto estuvo a cargo de un equipo trinacional coordinado por la UICN que fue el socio local de la UNESCO para la ejecución del programa. Se estableció una estrecha colaboración con el Plan Trifinio1. Aparte de la recopilación y el análisis de la información existente (esencialmente limitada al clima, la geología y la hidrogeología), los elementos centrales del estudio piloto fueron un levantamiento geofísico (subcontratado a la empresa Geofísica Aplicada), un estudio de cuestiones de género (en colaboración con los municipios) y el desarrollo de una base de datos georreferenciada (con el apoyo de IGRAC). Además, se llevaron a cabo actividades destinadas a promover un proceso multilateral de consultas, en ocasión de reuniones con las autoridades locales y el personal del Plan Trifinio.

Ubicación, trazado y tipo de acuífero

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Topographic map of the Upper Lempa sub-basin
Topographic map of the Upper Lempa sub-basin

Lo que originalmente se llamó “Acuífero transfronterizo Trifinio” – en referencia al nombre de la zona de la triple frontera entre Guatemala, Honduras y El Salvador – está compuesto en realidad por dos acuíferos separados ubicados en el lecho del valle de la cuenca superior del Río Lempa. Como se verá más adelante, su delimitación fue posible gracias a los relevamientos geológicos y geofísicos realizados por GGRETA. Se considera que el sistema acuífero es representativo a nivel global del caso de aguas subterráneas en pequeños valles aluviales, caracterizados por un vínculo estrecho entre aguas subterráneas y superficiales, tratándose en este caso en particular del Río Lempa, que es transfronterizo.

Características generales de la zona del Río Lempa Superior

Como lo muestra el mapa topográfico, la subcuenca del Río Lempa Superior se encuentra en una zona montañosa que comprende territorios pertenecientes a los tres países mencionados anteriormente. La subcuenca abarca una superficie de 966 km2. Las elevaciones con respecto al nivel del mar oscilan entre los 720 m y los 2 720 m. Los valles fluviales relativamente planos y anchos llevan los nombres de Valle de Esquipulas (en Guatemala), Valle de Nueva Ocotepeque (en Honduras) y Valle de Citalá (en El Salvador). El rasgo geológico predominante es el de rocas volcánicas, en su mayoría de la era terciaria, que afloran en toda la zona y que están cubiertas por sedimentos aluviales del cuaternario (grava, arena, arcilla) en los principales valles fluviales. El clima oscila entre templado en las elevaciones mayores, y tropical semiárido en la zona del valle fluvial; las temperaturas medias anuales varían entre 23 °C a 25 °C y la media anual de las precipitaciones oscila entre 1 200 y 2 000 mm según la ubicación en el área. Las precipitaciones se concentran esencialmente en el período que va de mayo a octubre. No se dispone de datos demográficos recientes aunque se estima que la población total en 2007 rondaba los 100 000 habitantes.

Agua y uso del agua en la zona

El nivel de precipitaciones y su distribución irregular a lo largo del año significa un exceso de precipitaciones durante los periodos húmedos. Los cálculos de balance hídrico realizados por el equipo del proyecto indican que en un año promedio el excedente de agua ronda los 300 mm para el Valle de Nueva Ocotepeque, los 700 mm en el Valle de Esquipulas y más de 1 200 mm en las zonas montañosas elevadas (Montañas del Macizo de Montecristo). Este excedente muy significativo alimenta los ríos de la zona – el Río Lempa y sus afluentes – y vuelve a cargar los reservorios de aguas subterráneas (acuíferos). Por otra parte las lluvias son escasas durante la temporada seca y la capacidad de almacenamiento de humedad de los suelos no resulta suficiente: el resultado es una demanda neta de agua de riego de 635 a 835 mm/año en los valles de Esquipulas, Nueva Ocotepeque y Citalá. El estudio piloto no evaluó el régimen hídrico del Río Lempa ni estimó la cantidad de agua proveniente de fuentes superficiales y subterráneas que se usa para fines domésticos, agrícolas e industriales en esa zona.

Los acuíferos de la zona de Trifinio

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Map highlighting alluvial aquifer units (blue)
Map highlighting alluvial aquifer units (blue)

En esta zona los depósitos aluviales de la era Cuaternaria son los únicos que están potencialmente en condiciones de generar un efecto transfronterizo. El análisis de los registros de los pozos, al que se suman los relevamientos geofísicos, brindan una información más completa de la geometría y otras propiedades del acuífero. Los datos del relevamiento del terreno indican, entre otras cosas, que prevalecen las condiciones freáticas (capa acuífera libre) con niveles de agua relativamente someros y aguas subterráneas que suelen fluir hacia el río, aguas abajo. Desde una perspectiva hidráulica, la productividad de los acuíferos es moderada aunque se recargan abundantemente debido al excedente hídrico de las precipitaciones durante la temporada de lluvias y su buena ubicación cuando se trata de captar las escorrentías provenientes de las zonas montañosas lindantes. Un hallazgo importante que arroja el estudio geofísico es que los depósitos aluviales del Cuaternario forman dos unidades espaciales distintas, una en el Valle de Esquipulas y la otra en el Valle de Ocotepeque-Citalá. Esto significa que el único acuífero transfronterizo en la zona de Trifinio es este último, que comparten Honduras y El Salvador, no así Guatemala. Cabe recordar, empero, que todos los acuíferos aluviales de la subcuenca, incluidos los de Guatemala, están conectados hidráulicamente por el río Lempa.

Cuestiones de género

El proyecto elaboró una propuesta, que fue ampliamente difundida, para desarrollar una estrategia de integración de las cuestiones de género, en el marco de los objetivos generales de reconocimiento de las capacidades de la mujer y de fortalecimiento del lugar que ocupa la mujer (el papel que desempeña, sus derechos y su participación en la toma de decisiones). Los componentes identificados en este proyecto son la capacitación, el establecimiento de redes con otras entidades dedicadas a las cuestiones de género y la Gestión Integrada de Recursos Hídricos (GIRH), así como el correspondiente seguimiento. Las actividades específicas que se realizaron fueron talleres, la validación de herramientas y la difusión de las herramientas validadas, sin olvidar capacitaciones para la puesta en práctica de las mismas.

Principales desafíos en la gestión de las aguas subterráneas en la zona

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Rio Lempa in low-flow conditions

La contaminación constituye una de los principales retos cuando se trata de gestionar los recursos hídricos de la zona. Se han observado diversas fuentes de contaminación, tales como los residuos sólidos de los hogares y las aguas servidas, los productos químicos utilizados en la agricultura (fertilizantes, herbicidas y plaguicidas), las aguas servidas y los residuos sólidos generados por la agroindustria así como los tanques de almacenamiento enterrados que contienen hidrocarburos. Muchas comunidades carecen de un sistema adecuado de saneamiento. Es habitual que se desechen las aguas servidas y los residuos sólidos sin tratamiento ni control vertiéndolos al medio ambiente por no disponer de plantas de tratamiento ni vertederos de residuos controlados y es probable que haya pérdidas de líquidos de los tanques de almacenamiento por no ser perfectamente herméticos. Los acuíferos aluviales – incluido el acuífero transfronterizo de Ocotepeque-Citalá – tienen una exposición directa a la contaminación y son muy vulnerables a ella. A falta de un sistema eficaz de lucha contra la contaminación, las aguas subterráneas están condenadas a estar cada vez más contaminadas.

A primera vista los acuíferos aluviales no parecen estar amenazados por problemas de cantidad de agua subterránea en juego (tales como una merma en el nivel de agua o el agotamiento), pero es menester hacer un seguimiento cuidadoso sobre un período mayor para confirmar esa hipótesis y adelantarse a potenciales problemas cuantitativos de agua subterránea que pudiesen aparecer más adelante. Es posible que se pongan de manifiesto otras dificultades una vez que se haya mejorado la gobernanza de las aguas subterráneas en esta zona. Es posible evitar que los problemas adopten una magnitud tal que se tornen inmanejables si se los identifica a tiempo.